Empezamos saliendo directamente para hacer la senda de los gorrinos la primera, y la primera avería, reventón, lo soluciona el equipo técnico y salimos a la carretera para cruzar Villalgordo y coger el circuito de la arena para enlazar todas las sendas que vienen después para bajar por El Galapagar cruzando el puente de palos y toda la subida hasta la carretera de Tarazona y Montalvos para volver a La Roda por los areneros.
Merece la pena hacer salidas nocturnas, lo primero por lo fresco que se va por la noche en estos días de verano, y sobre todo por lo espectacular que parece todo por la noche solamente iluminado con el foco.
Las sendas y caminos por los que vamos habitualmente, por la noche cambian totalmente y hay que llevar todos los sentidos puestos, algo más de riesgo tenemos, por lo que es emocionante la experiencia.
Y después una merecida cena.
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| buena cuadrilla |
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| de reparaciones |
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| y la cena |
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