28 septiembre 2015

Bike Park La Pinilla 2015-09-13

Desde hace ya un tiempo tenía yo ganas de probar la experiencia de visitar un bike park, y por fin llegó el día.
La Pinilla, al norte de Madrid en la provincia de Segovia, estación de esquí durante el invierno y bike park en verano. Está a 330km de La Roda, unas 3 horas de viaje.
Madrugando, a eso de las 9:30 ya estamos aparcando en el parking y derecho a por el pepino de bici que tenía alquilado, una specialized demo, bocata de correprisas y al telesilla.
El primer contacto con la bici y el terreno son buenos. Las primeras bajadas con cuidado, reconociendo el terreno y habituándome a la nueva bici, pero a la tercera bajada ya con más confianza y empezando a disfrutar.

Impresionante la sensación de dejarte llevar por la gravedad en el desnivel de la montaña.
Aquí igual que en el esquí donde las pistas se clasifican por colores según el nivel de dificultad. Tocamos todos los colores, menos el negro, este es solo para expertos. No había ninguna demasiado complicada, la dificultad la pone cada uno según la velocidad a la que bajes. Una de las mejores bajadas era la llamada "holy bike" sencilla, rápida y bastante divertida.

La gran mayoría de las bajadas son amplios senderos rodeados de pinos con las curvas con buenos peraltes para poder entrar rápido en las curvas y lo mas divertido los toboganes donde al dejarte llevar por la bici se daba un pequeño salto, que para los primerizos como yo el salto parecía que era de metro y medio, cuando realmente era de bastante menos, en alguno casos eran incluso milímetros.

De 14:00 a 15:00 los remontes están cerrados, es el momento de comer, la mañana ha sido intensa. Comemos, tomamos un cafetillo y otra vez al ataque.
El cansancio también es impresionante, parece que solo haciendo bajadas y pedaleando mas bien poco no te vas a cansar, pues si que te cansas si. A las seis de la tarde ya con las fuerzas justas hacemos las ultimas bajadas y fin de la jornada. Con el mismo agotamiento como si hubiera hecho una ruta de 200 km.

Buena sensación la de estar durante unos segundos o milésimas de segundo en el aire, que te hacían que a la siguiente bajada fueras con mas confianza.
El suelo estaba algo roto y solamente había algunos tramos de las rojas donde la pendiente era considerable pero tramos muy cortos que se hacían sin dificultad.

Muy buena experiencia, se puede repetir.

PD: No me imaginaba yo que a estas alturas con tantos años montando en bici y haciendo todo tipo de rutas me iban a salir agujetas. Pues si, además de salirme en las piernas por todo el cuerpo y me han durado varios días.